En su cuento, El tapiz amarillo, Charlotte Perkins Gilman ofrece una increíble historia semi-autobiográfica de una mujer que se sumerge en las profundidades de la locura. Una mujer sin nombre y su esposo médico se mudan a una vieja mansión como una forma de tratamiento para sus “tendencias histéricas”, que pronto descenderá a la psicosis. El personaje se obsesiona con el color y el patrón del tapiz amarillo, y pronto imagina que hay mujeres arrastrándose detrás de él, creyendo que ella es una de ellas. A lo largo de unos meses, vemos con angustiante detalles cómo su incapacidad para unir su identidad con el papel de esposa sumisa que la sociedad estadounidense imponía crea un descenso de la agudeza a la angustia.
OPCIÓN 1: